BLOGGER TRAVELLER. LA LEYENDA DEL MAL QUE OS PESE

Como estoy de vacaciones vuelvo a Ávila y este mes para hablar de edificios singulares he elegido dos, que siempre me han gustado por la leyenda que los acompaña., el actual Obispado y el Castillo del Mal que os pese.

Vivía en Avila una joven doncella doña Guiomar, hija de un noble de la ciudad don  Diego de Zúñiga.  Don Alvar Dávila era  un apuesto caballero que marchaba orgulloso sobre su caballo  por delante del palacio de Don Diego de Zúñiga,  lo vio Doña Guiomar  quedando hondamente impresionada. Pero no fue la única,  Don Alvar también  se enamoró perdidamente de la doncella.

 Palacio de los Srs de Navamorcuende, luego de los Jesuitas y actual Obispado. Adosado al lienzo sur de la muralla

Tras unos pocos días, Alvar se decidió a pedir licencia para esposarse con la dama y se presentó ante Don Diego con estos fines. Pero  al suegro  no le gustaba en absoluto el pretendiente por lo que le echó de su palacio, asegurándole que nunca más volvería a ver a su hija, y ordenó hacerle  prisionero si osaba merodear por Ávila. 

Don Alvar no se resignaba  por lo que respondió:

Dª Guiomar y yo seguiremos amándonos
y 
 ¡Mal que os pese la he de ver!

Y se retiró a su señorío de Sotalbo a escasa distancia de la capital.  Allí, en lo alto de un risco construyó un castillo, dirigido hacia la ciudad para poder ver, o más bien intuir, a su amada. Ella se asomaba a la ventana de la alcoba, que estaba encima  de las murallas y él desde su castillo le hacía todo tipo de señales para que ella pudiera saber que estaba allí, amándola en la distancia.

Posiblemente de amor, al poco falleció Guiomar y Alvar lo supo coincidiendo con su partida hacia el frente de guerra ese mismo día. Y no sabemos si por dolor, se dejó matar y ya no volvió.

Hoy en día, el castillo conocido como Mal que os pese se alza desafiante en Sotalbo y  una cancioncilla recuerda aquella historia de enamorados

Guiomar esta triste, ¡Cómo se miran!

su amor está lejos, ¡Cuánto se quieren!

entrambos se mueren, Y son sus suspiros

entrambos son presos, las únicas prendas

que van y que vienen.

fuente y fotos: http://muralladeavila.com

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